El PAÍS: 1 ABR 2017 - 19:20 P. Álvarez. Madrid
El alcalde de Zaragoza pide ayuda al Papa para abrir un debate en España sobre las inmatriculaciones
El Ayuntamiento aragonés ha llevado al juzgado el registro de la Catedral de San Salvador como bien propio que hizo la Iglesia
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“No tiene nada que ver con cuestionar el carácter sagrado que tiene para los vecinos y visitantes católicos”, explica en la misiva en la que responde a otra que le envió el pontífice tras su visita al Vaticano. “No se trata de expropiar ni de confiscar bienes, ni mucho menos expoliar a la lglesia. Solo de mantener en el patrimonio común lo que, como has podido ver [en el texto le cuenta parte de la historia del monumento], ha sido patrimonio común de nuestra historia durante los siglos que ha existido esta ciudad que amamos tanto”.
Registrados como propios
La Iglesia ha registrado como propios miles de pisos, fincas, catedrales, atrios, o frontones. En virtud de un artículo de la ley franquista que Santisteve recuerda al Papa en su carta (“las leyes del dictador Franco permitieron equiparar la jerarquía eclesiástica con la Administración Pública y a los diocesanos con notarios”), se les consideró como fedatarios públicos.Una reforma de la ley Hipotecaria de 1998, durante el Gobierno Aznar, permitió además que solo la Iglesia inscribiera lugares de culto y otras propiedades que no estuvieran registradas. Esto fue revocado en 2015 pero sin carácter retroactivo. Miles de propiedades forman parte del patrimonio de la Iglesia católica española, entre otras la Mezquita de Córdoba. El Estado nunca ha ofrecido una cifra oficial pero en un artículo publicado en este periódico se aludía a más de 4.500 propiedades.
En 1987 y 1988, prosigue el alcalde en su carta “el Arzobispo de Zaragoza, Monseñor Elías Yanes, inmatriculó a su favor dos de las joyas del patrimonio de nuestra ciudad”. “Espero que la recuerdes, de tu visita a Zaragoza, cuando eras Obispo de Buenos Aires”, añade. Le recuerda sus propias referencias a “una iglesia en salida y de la iglesia de los pobres”.
Y se despide: “Desde ese espíritu abierto que compartimos, te pido que me ayudes en este debate que nos ocupa a los zaragozanos a mantener el marco de tranquilidad, respeto y confianza que debe tener una democracia”.
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