Y con ella, la mayor evidencia de las graves imperfecciones de nuestro estado supuestamente aconfesional. Un año más, Guardia Civil, Ejercito y autoridades civiles participarán en procesiones religiosas, en flagrante infracción de lo que debe ser la separación Iglesia y Estado (en la imagen, Teofila Martinez, alcaldesa de Cádiz).
Una buena oportunidad para poner de manifiesto lo que pretendemos los laicos: SEPARACIÓN DEL ESTADO Y DE LAS IGLESIAS. Eso implica que las instituciones del estado, como son el ejercito, los cuerpos de seguridad y las autoridades elegidas que representan a TODA LA CIUDADANÍA, catolicos, musulmanes, ateos, budistas, agnósticos, etc, etc... deben mantener una exquisita neutralidad con respecto a las manifestaciones religiosas. Bastante es con que se les permita ocupar durante toda una semana el espacio público de todos, con las molestias que supone para los habitantes de los centros de las ciudades (acceso, ruido...).
En este enlace podeis leer un artículo con un enfoque más jurídico sobre la misma cuestión, de un bloguero vasco.
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