Una sola persona puede conseguir grandes avances en nuestras vidas.
GRETA , la niña sueca, ha dado la vuelta al mundo iniciando ante los gobiernos una protesta mundial acerca del cambio climático.Héctor, un joven español, está luchando por sus derechos fundamentales:
El andaluz HECTOR SANCHEZ , alumno de 4º de ESO del IES “San Roque” del municipio de Dos Torres, (Córdoba) exige desde hace años el cumplimiento de su derecho constitucional a una educación aconfesional en su Centro Educativo, un Instituto Público.
Es muy grave el hecho de que no lo haya conseguido
aún , porque el Estatuto de Autonomía de Andalucía, en su artículo
21.2, recoge: “la enseñanza
pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica”.
Desde hace años, este estudiante solicita, en el cumplimiento de la Ley, que se retiren los símbolos religiosos de su Instituto, lo que es esencial para la
tolerancia y la convivencia del alumnado, objetivos fundamentales de los Centros Educativos. Lo ha pedido al Director, ha dirigido
escritos a todo el Equipo
Directivo, sin obtener respuesta. En Octubre de 2019 entregó otro para exigirlo en
la Delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba.
Héctor contó en ese momento con el apoyo
de la Asociación Andalucía Laica (Delegación de Córdoba Laica), que lo acompañó a Delegación donde presentó un documento que da constancia de que, por parte del Instituto de Héctor, no se han adoptado medidas para
resolver lo que consideran una grave “vulneración
de Derechos de un estudiante de ese Centro Público”.
La Junta de
Andalucía no puede, como Administración Pública, mostrar consideraciones con
ninguna opción, creyente, o no creyente, en
espacios públicos. Así, los Centros Educativos, que acogen a un alumnado de Enseñanza Obligatoria, no
pueden mantener crucifijos
o imágenes religiosas, ni realizar actividades religiosas,
ni recibir visitas de líderes de ninguna religión, etc.
En su petición, Héctor Sánchez exige el cumplimiento de la
ley, señalando que con muestras confesionales se rompe la
exigible neutralidad en la atención educativa al alumnado y la consecuente obstáculo para la convivencia que el centro tiene que promover en las aulas .