El alcalde de Sevilla asiste - cómo no- a la Jornada Mundial de la Juventud católica, apostólica y romana en Madrid. Dice que lo hace a título particular, pero también que es una visita institucional para promocionar Sevilla, que paga sus gastos, pero que el ayuntamiento paga el hotel... Enfin, que no se aclaran. El caso es que parte de nuestros impuestos se va a dedicar a pagar tan piadosa visita...
Sería bueno recordar una vez más que el alcalde de Sevilla -como todos los cargos institucionales- representa a toda la ciudadanía y por lo tanto, no debe participar en actos de una creencia religiosa, excepto si lo hace a título particular, como uno más. Lo que sin duda no es el caso. Claro que no es el único. Parece mentira lo que cuesta que los cargos públicos -sean del partido que sean, con escasas excepciones- entiendan lo que significa la separación de la Iglesia y del Estado, como mejor garantía democrática de la igualdad de todos los ciudadanos y ciudadanas, piensen lo que piensen, crean lo que crean. ¡Y nosotros, los laicos, somos los intolerantes! ¡Cuánto camino nos queda por recorrer!
Artículo en El Público sobre la visita de Zoido a la JMJ (CAR).
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