Estos días se recuerda en los Medios a Javier Baeza, cura de Entrevías (uno
de los barrios pobres de Madrid), asegurando a la Conferencia Episcopal
que rezaría por el gobierno progresista, como respuesta clara y concisa a la
cúpula de la Iglesia
Católica que en
boca del obispo Cañizares expresaba en cambio sus temores por ello pidiendo rezar por España.
Baeza lo tiene
claro y lo explicaba a través de Twitter: "él si va a rezar para que se
terminen los desahucios, para que no tengan lugar las devoluciones en caliente,
que todo el mundo pueda acceder a una educación de calidad y pública, que se
termine con la privatización de la sanidad, que los Refugiados no sean
expulsados y sean acogidos de verdad, que no haya odio en los corazones... Por
todo eso, él va a rezar" en su parroquia, en uno de los barrios pobres de
Madrid.
En plena Campaña de IRPF, mientras tanto, la cúpula de
la Iglesia Católica paga llamativas campañas publicitarias para
pedir un año más en estos días que se pongan las dos cruces en el IRPF, sin que
les dé vergüenza ocultar, por un lado, que en la de Fines Sociales han
ido integrándose Organizaciones Sociales propias de la Iglesia .
EUROPA LAICA informa: (fuente: CEE)
MAS DE ONCE MIL
MILLONES DE EUROS RECIBE DEL ESTADO LA IGLESIA CATÓLICA AL AÑO, ENTRE INGRESOS
DIRECTOS EN CUENTA E IMPORTANTES PRIVILEGIOS FISCALES, QUE SEGÚN LOS
EXPERTOS CONSTITUYEN UN VERDADERO PARAÍSO FISCAL
De hecho, tales privilegios proceden de
un "Concordato" Iglesia-Estado español, anterior a
la democracia. Se les permite no pagar IVA por obras, no pagar IRPF por sus
empresas lucrativas, obtener sueldos para sus curas (en hospitales, ejército,
residencias de mayores, etc.); ganancias dinerarias por sus propiedades de todo
tipo que alquilan o venden; por bienes muebles e inmuebles que han
inscrito a su nombre por medio de inmatriculaciones, etc. Y lo que es escandaloso
en una democracia como la nuestra: sus catequistas de religión católica,
pagados por el Estado, no solo son contratados en sus propios Colegios Privados
Concertados, sino incluso en la Escuela Pública.
Los cardenales tienen una idea muy diferente a la del cura de uno de los barrios de más escasa renta de Madrid