Un articulo periodístico responde a la Plataforma por la Defensa del Patrimonio de Sevilla

Esta Plataforma Ciudadana, coo hemos informado, ha pedido a la iglesia católica sevillana la lista de propiedades que ha inmatriculado y por las que, como en otras muchas de las que se ha apropiado,  no paga IBI. Y en concreto, pide que se le devuelva al municipio la Giralda, la Catedral y el Patio de los Naranjos, por los que cobra una entrada que supone gruesos ingresos cada año, y de los que no da ninguna cuenta al fisco, como sí que hacemos los vecinos de Sevilla y de España.

La trampa de la transparencia

http://blogs.grupojoly.com/caja-negra/2018/03/11/la-trampa-de-la-transparencia/




En este artículo se desvelan sus debilidades al responder a la exigencia ciudadana de que no se apropien del patrimonio sevillano. Que es de todos, y no de una confesión religiosa concreta que lo ha conseguido por la ley de inmatriculaciones derivada de otra franquista anterior.

Unos amigos, amantes de Sevilla y su Patrimonio,  me envían su opinión sobre esto que dice la iglesia católica sevillana.

Juan, profesor de Física:

A mí me ha recordado al título de la obra “No hay peor mentira que la mitad de la verdad” de Arnaud Berquin.

La transparencia nunca puede servir para esconder intereses espurios. El que la Iglesia pague impuestos como cualquier asociación, no es de izquierdas ni de derechas, es de justicia. Que no lo haga es una vergüenza. ¿No dice el evangelio eso de “al César lo que es del César”?

¿Y ellos hablan de dinero? ¡Si cobran por entrar en la catedral! ¿No dicen que es la casa de Dios? ¿Y no es Dios nuestro padre? ¿Quién tiene que pagar para entrar en la casa de su padre? Tienen mucho morro. Además, este es un estado aconfesional según la constitución.

Y si ni el Hotel Palace ni el Ritz de Madrid pagan IBI, me parece fatal y no es excusa para que la Iglesia no pague. Yo sí lo tengo que pagar, y no es poco.

Javier, universitario. 

No sé por qué el Ritz o el Palace no pagan IBI, pero si sé por qué no lo paga la iglesia, ¡porque está exenta! Como tampoco paga impuestos en las transacciones comerciales de compra-venta de sus propiedades. Ya sé que hace caridad, es una de sus funciones, tendría que ver, pero bastante menos de lo que creemos. Aporta al presupuesto de Caritas sólo el 2% del total, así que menos lobos, Caperucita. Y finalmente está su falta de transparencia al no presentar sus cuentas. Pues muy fácil, ni un euro público más hasta que no lo haga. A Ciudadanos, por un desfase de 14000 euros, les han revisado hasta los empastes.

¿Transparencia?... No, defensa de lo indefendible.