UNI Laica denuncia que el Rector confunde la Universidad con una Hermandad cofrade
De nuevo este año, y por la misma época, publica la prensa sevillana las quejas que la asociación universitaria UNI Laica recibe de los ciudadanos sobre la identificación de la Universidad con la Iglesia católica.El 30 de noviembre de 1869, el entonces Rector de la Universidad de Sevilla Antonio Machado y Núñez dirigía una Circular “A los Decanos de las Facultades” con estas palabras:
“Si cediendo
al impulso de un excesivo celo por nuestra religión queremos hacerla intervenir
[...], traeremos la perturbación y la enemistad entre los alumnos y una funesta
división entre los profesores […] En la investidura no debe hacerse ni profesión
de fe, ni manifestación ninguna de hostilidad a la religión de cada uno, para
evitar los disturbios que pudieran ocasionarse. (…) Le ruego que contribuya con su ilustración y
consejo haciendo las oportunas advertencias a los dignos profesores de esa
Facultad”.
1. UNI Laica denuncia (13/05/2019): https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2019/05/13/uni-laica-denuncia-ante-el-defensor-universitario-la-celebracion-de-numerosos-actos-confesionales-en-la-universidad-de-sevilla-con-motivo-de-las...
2. Responde el Profesor Ferrer (20/05/2019): https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Laicidad-laicismo-Universidad-Sevilla_0_1356464503.html
3. Puntualiza lo anterior Sevila Laica:
El Profesor Ferrer en su articulo del Diario de Sevilla pretende deshacer la denuncia de UNIlaica, pero no invalida lo denunciado. Se enorgullece de que la Universidad de Sevilla esté identificada expresamente con una confesión religiosa, la católica, es decir, como en el nacionalcatolicismo
del Estado franquista, que le entregó la Educación, entre otros privilegios, a una Iglesia que consideró
como CRUZADA el levantamiento y golpe de estado que dio lugar a la guerra civil.
Es bien sabido, señor Ferrer, muchas universidades
europeas proceden de una fundación eclesiástica, así fue la de Sevilla. Hoy se asienta en un maravilloso edificio neoclásico (S. XVIII), ahora el Rectorado, cuyos símbolos ilustrados chocan frontalmente con los comportamientos que UNILAICA denuncia. Quienes acuden a ella para acceder al conocimiento atesorado por la comunidad científica, pueden libremente asistir en Sevilla a los lugares de culto que deseen, y participar en las Hermandades de su gusto o convicción, pero la Universidad tiene sus objetivos marcados por la ciencia, la ley y la Constitución, y no puede hacer regalos a grupos o asociaciones religiosas en su propia Casa, la Casa de todos.
El Profesor Ferrer añade apreciaciones “conceptuales” y de “vivencia personal” y nos recuerda su larga historia .. ¿pretende que sigamos hoy cauces de los siglos pasados o de los años de la Dictadora, en la democracia del
siglo XXI ?
La Sevilla “del siglo XXI” que él invoca no es la de 1505; con una sociedad cada vez más secularizada según los estudios y encuestas de los últimos años, llena sus aulas y la apoya a través de los Presupuestos Generales del Estado por su papel esencial para la ciudadanía. Su antigua y prestigiosa Universidad tiene que atender una clara neutralidad en ideología y creencias para preservar los derechos a la libertad de conciencia tanto de quienes constituyen la comunidad universitaria como de quienes la sufragan con sus impuestos, sean de la religión que sean.
La libertad religiosa, señor Ferrer, se conculca el privilegiar ciertas creencias entregándoles parte de lo que esta Institución ha recibido de la sociedad para ejercer su labor. Que organicen “seminarios sobre la Historia de las Religiones”, pero que no entregue parte de su patrimonio y de su propia identidad como si fuera un centro académico católico privado, ,como los que legal y libremente se han fundado en este país.
La Sevilla “del siglo XXI” que él invoca no es la de 1505; con una sociedad cada vez más secularizada según los estudios y encuestas de los últimos años, llena sus aulas y la apoya a través de los Presupuestos Generales del Estado por su papel esencial para la ciudadanía. Su antigua y prestigiosa Universidad tiene que atender una clara neutralidad en ideología y creencias para preservar los derechos a la libertad de conciencia tanto de quienes constituyen la comunidad universitaria como de quienes la sufragan con sus impuestos, sean de la religión que sean.
La libertad religiosa, señor Ferrer, se conculca el privilegiar ciertas creencias entregándoles parte de lo que esta Institución ha recibido de la sociedad para ejercer su labor. Que organicen “seminarios sobre la Historia de las Religiones”, pero que no entregue parte de su patrimonio y de su propia identidad como si fuera un centro académico católico privado, ,como los que legal y libremente se han fundado en este país.
No
se trata de “prohibir” como dice Ferrer. Nada de eso dice UNIlaica. Sí de exigir
coherencia. La sociedad española. Aduce “la cooperación con la Iglesia Católica” como dice la Constitución, pero también dice que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
El profesor Ferrer cierra el artículo con una cita de autoridad que sin querer demuestra la razón de UNILAICA: unas palabras del ex Rector
Ramírez de Arellano (en la celebración de los 25 años del Sarus) que son reveladoras:
“estas instituciones —Hermandad y Sarus— ayudan a “poner rostro a
la Universidad”; es decir, aportan identidad, afecto, pertenencia y cohesión a
aquellos universitarios que, siempre libremente, quieren participar de sus
actividades. Problemas mayores tenemos en nuestra Alma Mater. Dejemos que la
Universidad sea libre, plural, y, sobre todo, universal.
Pues sí, esa identidad -lo dice el propio Rector- se la proporcionan dos instituciones claramente confesionales.
Pues no. No es universal ni libre ni plural esta Universidad, Pública y
Estatal porque, como afirmaba su Rector, tiene un “rostro” particular, gracias
a esa “identidad” y “pertenencia” que le dan precisamente las “instituciones” que él privilegia (Hermandad y Sarus), y que impone como parte de la Universidad al resto de los universitarios, afectando su libertad de conciencia...Es lo que denuncia UNI Laica.
Sevilla Laica
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