miércoles, 25 de julio de 2012

Que no nos recorten el humor


El blog de Sevilla Laica se hace eco de una noticia publicada en el confidencial digital L’Observatore Gaditano, periódico muy seguido por los sevillanos en época estival.

Según este medio, el Truppenführer de la conferencia Episcopal del lander Ibérico, Cardenal Pouca-Madera (y Más-Leña)  ha comentado las palabras de Desolación Aguirre, presidenta en funciones del Bundesland Zentral-Spanien, anteriormente conocido como “Comunidad de Madrid”. 
En concreto, el líder religioso se ha referido a las declaraciones de la Vorsitzende Aguirre en las que afirmaba que “Los subsidios, subvenciones y mamandurrias tienen que acabarse”
 
Según Pouca-Madera, los subsidios y subvenciones son en ocasiones "un regalo de Dios" y cuando se destinan a fines píos, como el sostenimiento de la religión, deben ser santificados y protegidos de toda perturbación, incluyendo las financieras. 
Los subsidios que sin duda deben acabarse según el Truppenführer son "todos aquellos que se entregan de forma libertina a esas organizaciones rojuelas como sindicatos, asociaciones laicistas, de la memoria histórica o de defensa de los homosexuales que se los gastan en mariscadas (pecado de gula), en vicios innombrables (pecado de lujuria) o, peor todavía, en criticar las santas instituciones ibéricas, como la katholische Kirche (anteriormente Iglesia Católica) o la Monarquía que tan ejemplarmente ejerce el emperador John Karl I de España y V de Alemania, junto a toda su familia."

Pouca-Madera ha reconocido coincidir con Aguirre en este punto, llegando a afirmar "Es imperdonable que el dinero público se destine a fomentar el pecado y a socavar el Estado", poniendo como ejemplo a Carlos Dubois, el recién dimitido presidente del Generalrat der Justiz (anteriormente Consejo general del Poder Judicial) "un gran cristiano que ha sufrido un auténtico martirio por los ataques de estos laicistas radicales que odian todo lo cristiano."

Ya entrados en asuntos económicos, el prelado ha hecho especial hincapié en recordar a los defraudadores fiscales que la katholische Kirche, gracias a su especial tratamiento en materia de impuestos, dispone de mecanismos alternativos a la amnistía fiscal puesta en marcha por el Ministerio de Hacienda para facilitar la puesta en circulación del dinero obtenido de forma pecaminosa.  
Mediante el mecanismo conocido como Absolución fiscal les ofrece blanquear el dinero negro a cambio de un acto de contrición valorado en un 7% de donativo para los pobres, que administrará la propia iglesia. Además, mediante este sistema se alcanza la absolución plenaria, por lo que se obtiene rentabilidad incluso tras el fallecimiento.

Pouca-Madera no ha olvidado en su declaración referirse a las polémicas mamandurrias que, según ha dicho "tampoco deben ser descalificadas de forma genérica como algo pernicioso. Aunque no es una práctica que la katholische Kirche alabe, las mamandurrias se consideran admisibles dentro del matrimonio, siempre y cuando se practiquen con moderación y se destinen a fortalecer los vínculos entre los cónyuges y a favorecer la procreación, y así proporcionar más mano de obra baratita a las industrias y más compradores a las grandes superficies."
Para concluir, Pouca-Madera ha afirmado no tener ninguna duda de que la subida de la prima de riesgo que tanto acongoja a los ciudadanos y al Gobierno de España es una consecuencia ineludible del debilitamiento moral de la sociedad ibérica y del abandono del seno de la santa madre iglesia que ha ejercido con tanto cariño la dirección espiritual de los ibéricos. "No hay nada que de mayor confianza a los mercados que ver las iglesias llenas cada domingo." 
En este sentido, espera que la próxima reforma del aborto en España consiga una bajada de al menos 100 puntos en el indicador, por lo que urge al Gobierno a acometerla sin dilación.

viernes, 6 de julio de 2012

Carta a un profesor de ciencias



Querido profesor:

Soy Clara, no sé si me recuerdas.
Acabo de salir de la clase de religión y estoy hecha un lío, y cada día que pasa, esto va a peor. Ayer tuvimos clase de ciencias y estudiamos el big bang, pero luego entré en esta clase, y leímos en la Biblia la creación del universo en 7 días. Bueno, el séptimo, Dios ya descansó.
No es que dude de mi profe de ciencias, es el mismo que cuando tú estabas, ya sabes, es un crack, tiene un montón de libros, entre ellos el que usamos en clase. Y nos trajo un video muy bueno para ayudarse en sus explicaciones. Es de un científico de estados Unidos, que no sé yo si sabrá lo que dice la Biblia.
Ya me ha pasado varias veces: el día que tengo religión en el instituto me cuesta dormir. Me dicen que el aborto no es cristiano, pero la ley española lo permite. Que no se pueden utilizar métodos conceptivos, pero mis padres, que van a misa, tienen en la mesita de noche sus píldoras y preservativos, de la farmacia del barrio, así que son legales, supongo yo. Nos han dicho que el divorcio no lo permite la iglesia católica, pero mi hermana mayor, que se casó hace tres años por lo civil, se acaba de divorciar, y su separación la han gestionado abogados y jueces.
No sé qué pensar.
¿La iglesia católica va contra las leyes españolas? ¿Tan rara es la doctrina de la iglesia? No entiendo nada.
Lo peor ha sido al dar literatura. Uno de los libros que hemos estado comentando es del poeta Luis Cernuda, con unos poemas de amor que me encantan. Pero yo sé lo que dice la iglesia sobre la homosexualidad. Cuando le he enseñado uno de los más bonitos a mi amigo Germán, que va al colegio del Opus,  me ha dicho que a él se lo han quitado de la lista de libros de lectura. Porque claro, como Cernuda es homosexual,  no puede ser. Germán me lo ha pedido, dice que le da morbo poderlo leer, y que va a repartir fotocopias. Y ahora estoy meganerviosa. ¡Mira que si lo echan por mi culpa…!
Por eso he pensado escribirte esto que va en adjunto. Aunque no estás ya en el instituto, recuerdo con cariño tus clases y lo fácil que era hablar contigo de nuestros problemas.
Seguro que tu respuesta podrá ayudarme.
Espero que te vaya muy bien en Murcia. Un beso

Clara Moreno. Sevilla